(Fotografía de Uri Vagham, La Habana, 2003)

viernes, 21 de octubre de 2011

Un juicio justo

Desde mi retiro lanzaroteño, maravilloso aunque fulgurante, veo el final de Gaddafi: de nada hay que alegrarse cuando unos criminales acaban con otro. Pero me estremecen  las imagenes, como siempre lo han hecho cuando muestran torturas y frios asesinatos. Al parecer el tirano fue capturado por estos defensores de la libertad (armados y dirigidos por Zapatero y sus secuaces) torturado y, despues, asesinado friamente de un tiro en la sien. Bravo. Asi se defienden los derechos de la poblacion libia mediante esta intervencion humanitaria patrocinada y defendida por Zapatero hace unos meses  en el parlamento. Por mi parte nada que añadir a esta cronica de una muerte anunciada. Decia ayer otra coautora de esta barbarie, la ministra y conmilitona de ZP Jimenez, que despues del asesinato se abria un nuevo periodo de esperanza y futuro para el pueblo libio. ¡Valiente mierda de futuro el que se sustenta en la tortura y el asesinato!  Como en otra famosa intervencion humanitaria reciente en la que indignamente participamos por  la megalomania y la ambicion sin limites de otro jefe de gobierno espanol, la de Irak que tanto se parece a esta, me pregunto si el mas del millon de muertos estarán contentos con la salvacion que le han traido estos fantoches o hubieran preferido seguir vivos aunque fuera con sus abyectos dictadores...
Un servidor, como es humanitario de verdad, sin embargo le deseo a ZP, a Jimenez, a Chacón, igual que a Obama, Berlusconi, Sarkozy, lo que ellos no han consentido para el dictador muerto: un juicio justo por sus crímenes.

M. Girón

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