El artículo que publicaba ayer, "La difícil labor de informar sobre una muerte" es un magistral ejemplo de lo que digo. Se deshace, el autor, en esfuerzos por transmitirnos la difícil labor de los corresponsales extranjeros en Cuba cuando intentan encontrar la verdad pues, afirma, tanto los llamados "disidentes" como el gobierno cubano dan informaciones interesadas y muchas veces falsas. Pone varios ejemplos de todo ello y tanta monserga abnegada que emplea para conmovernos y que sintamos lástima de ellos resulta más bien patética.
Como os imagináis le envié un comentario muy respetuoso sobre mi punto de vista sobre todo ello, en el que incluía algunos datos sobre el poco interés que demuestran los corresponsales extranjeros en conocer la verdad y contarla ante flagrantes atentados contra los DDHH que se cometen en otras partes del mundo. Como os imagináis también, mi comentario no ha sido publicado (¿debería decir aún o abandono toda esperanza?), porque sé muy bien que lo que incomoda a los "buscadores de la verdad en Cuba, pero nunca en otros sitios" es verse reflejados en el espejo del agravio comparativo. Cuando les demuestras que en el trato diferencial se esconde el cinismo y la manipulación que practican, abandonan la pelea y te tachan de pro-cubano y, como tal, sugieren implícitamente que tus argumentos no tienen valor.
Como el contenido de mi réplica os la imagináis, porque está relatada en este blog en muchos textos, me voy a ahorrar, yo, el trabajo de copiarla aquí y, vosotros, el engorro de "no leerla". Pero sí os voy a copiar otra cosa: entre los comentarios que estaban publicados debajo del texto del corresponsal había uno, firmado por un tal "Liborio" que no tiene desperdicio y al que también contesté. Como muy probablemente tampoco lo encontraréis publicado en dicho blog, os reproduzco a continuación el comentario y la réplica:
"7. A las 02:50 PM del 26 Ene 2012, Escribió:
Saludos Fernando.
Una vez leído tu post,leí el editorial de Granma y comprobé una vez más que el chiste al que te refieres no es tal es una realidad y cosa curiosa me parecía estar leyendo algunos de los comenterios que se hacen en tu blog en defensa de lo indefendible;bueno las contradicciones son evidentes:
1-Si los medios internacionales no le prestan atención a Cuba,por qué el funcionario cubano busaca conocer tu opinión,si tú,periodísticamente hablando representas a la BBC?.
2-Le preguntas a ese funcionario sobre el # de presos políticos en los últimos 50 años y te responde que ninguno;para no ir muy lejos:la primavera negra no existió?Annistía Internacional nada más miente cuando se refiere a Cuba?.
3-Si a Cuba le molestan las informaciones de los medios internacionales sobre el acontecer cubano,por qué no informa primero?;la falta de papel ya noes una escusa.
4-Granma hace alarede la potencia médica cubana;pero cómo explicar las muertes del Psiquiátrico,(hospitalizados),de Laura Pollán,(hospitalizada),de Wilman,(hospitalizado)?
Estoy de acuerdo contigo más allá del matiz político,es un cubano muerto,mientras era cuidado por sus carceleros.
El Granma olvidó citar si la fuente de información sobre las violaciones de derechos humanos en EU,España,Chile,etc, son los reportes de los medios internacionales o son los reporteros del periódico cubano en el lugar de los hechos.
Gracias Fernando.
quéjese de este comentario
"En relación a este comentario de Liborio quisiera puntualizar:
Está muy bien que nos creamos "a pies juntillas" los informes de Amnistía Internacional. Yo lo hago. Amnistía Internacional en este momento no reconoce preso político alguno en Cuba (revisar la información que brinda en su página web). En el último informe de esta Organización sobre los DDHH en el mundo (2011) Cuba es uno de los países que salen "mejor parados" de toda América Latina (les invito a leerlo en su web a través de este link: http://www.amnesty.org/es/annual-report/2011)
El Sr. Liborio pone en entredicho que Cuba "sea una potencia médica" porque algunas personas que cita han muerto en sus hospitales. Como profesional de la salud debo manifestarle una evidencia epidemiológica de carácter universal: en los países más avanzados médicamente la mayoría de los que fallecen lo hacen en los hospitales. En los que por desgracia no tienen ese nivel de desarrollo, como por ejemplo en Estados Unidos, una gran parte de los que abandonan este mundo se despiden en sus casas sin atención sanitaria, porque no pueden pagarla.
Atentamente,
M. Girón (88/89)"
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