Los medios de comunicación españoles recogen estos días con insistencia la situación del militante fascista español Carromero detenido en Cuba, no por la realización de las actividades delictivas que ejecutaba (es un decir, quizás poco afortunado) en aquél país (actividades políticas prohibidas a extranjeros que se han auto-registrado como turistas), sino por su responsabilidad por conducción temeraria en el fallecimiento de dos ciudadanos cubanos. En especial llaman la atención sobre el lugar donde se encuentra detenido, el centro de la DTI de la calle 100 con Aldabó. Algunos, como el extremista "El Mundo", lo dibuja como un tétrico lugar donde la tortura es práctica habitual y se cometen toda clase de atropellos. Algo así como la fatídica Escuela de Mecánica de la Armada argentina pero en versión habanera.
La realidad es que donde al parecer se tortura con frecuencia y se aplican malos tratos a los detenidos es en España, según numerosos informes y denuncias de Naciones Unidas y de organismos internacionales como Amnistía Internacional (ver el informe titulado: "España, la sal en la herida. Impunidad policial dos años después" en:https://doc.es.amnesty.org/cgi-bin/ai/BRSCGI/ESPAÑA%20SAL%20EN%20LA%20HERIDA%20IMPUNIDAD%20POLICIAL%20DOS%20AÑOS%20DESPUÉS?CMD=VEROBJ&MLKOB=27921464141), por mucho que ni el diario "El Mundo" ni otros voceros de la de manipulación se detengan nunca a informar sobre ello.
Tampoco muestran ni la mitad de interés que la que tienen por el joven pesebrista madrileño por los que mueren en las comisarías españolas en extrañas circunstancias (ver:
"Muere un argentino detenido en Girona y su familia no es informada hasta 15 días después" en : http://www.noticias.com/muere-un-argentino-detenido-en-girona-y-su-familia-no-es-informada-hasta-15-dias-despues.1798713 y http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/26946-caso-juan-pablo-torroija-queremos-saber-la-verdad.html)
El doble rasero o "la viga en el ojo ajeno" siempre han sido insignia y bandera de los medios de comunicación españoles, tan sesgados como mentirosos.
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