(Fotografía de Uri Vagham, La Habana, 2003)

domingo, 4 de marzo de 2012

Yoani y sus patrocinadores de la radio pública española atacan de nuevo: ¡seguiremos predicando en el desierto mientras ellos sigan mintiendo!



El ínclito locutor Miguel Ángel Domínguez


(Copia de la carta que le escribí al locutor de RNE Miguel Ángel Domínguez tras su entrevista a Yoani Sánchez del 1 de Marzo de 2012. Como quiera que no es posible dirigírsela entera a ninguna dirección de RNE, con algunos extractos de la misma he elevado una queja a la defensora del oyente y he hecho algún comentario en el blog que puede leerse en la propia dirección web en dónde está colgado el archivo de la entrevista, y cuya dirección figura más abajo)

Estimado Sr. Domínguez:

Soy oyente habitual de RNE, y con ese motivo me atrevo a escribirle estas líneas en las que le quiero exponer, con el debido respeto, algunas reflexiones y realizarle alguna petición.

El día 1 de Marzo, entre las 18:50h y las 19:00 escuché en Radio 5 una entrevista que usted le hacía a la Sra. Yoani Sánchez. Como quiera que me extrañaron algunas de las cosas que allí se dijeron, por parte de la Sra. Sánchez y de usted mismo y como estoy seguro de que el objetivo fundamental de los medios de comunicación públicos es  dar una información veraz, contrastada y nada tendenciosa sobre la actualidad, le escribo lo siguiente.

(Para seguir leyendo clickar más abajo)

 
Creo que se debe, ante todo, informar a los oyentes y no confundirles ni manipular su pensamiento, lo que dudo se consiguiera, ni aún se buscara, en esa entrevista.  Me refiero por ejemplo a lo siguiente: le preguntó usted a la Sra. Sánchez  que si tenía problemas para hacer 3 comidas al día. Y me sorprendió la pregunta. No sé si sabe que la inmensa mayoría de la población mundial no puede hacer esas 3 comidas al día. Y que unos 1.000 millones de personas en el mundo pasan hambre (vea los últimos informes de la FAO). Claro, usted quería enviar el mensaje a los oyentes de que en Cuba se pasa hambre. Que la Sra. Sánchez iba a confirmar su indocumentada insinuación también entraba dentro del guión preestablecido. Por lo tanto, conociendo de antemano su respuesta la pregunta carecía de cualquier interés informativo, demostrándose por ello que prevalecía su interés en dar su opinión por encima de la obligación de  informar  verazmente que es lo que cabe pedirle a un informador de un medio público. Con toda consideración cabe señalar que su opinión en este caso era de poco interés para la audiencia, como lo fue una respuesta, la de ella, que es de sobra conocida.  La verdad es que nunca había oído plantear una cuestión semejante  a nadie en un medio de comunicación. Quisiera saber, Sr. Domínguez y en este sentido me gustaría que me contestara en el mismo medio en el que hizo la pregunta, ¿si usted hubiera entrevistado en vez de a una cubana, a una persona, por ejemplo, de Zambia, un país con una tasa de desnutrición superior al 40% de la población (ver informe de la FAO 2011 a través de este link: http://www.fao.org/docrep/014/i2330s/i2330s06.pdf), se hubiera atrevido a hacerle una pregunta como esa? O a un dominicano, sin ir más lejos, es decir, a un natural de un país que soporta niveles de desnutrición del 24% (ver el mismo informe de la FAO) ¿se la hubiera hecho? Sin duda que no, en ninguno de los casos. Primero porque la mayor parte de los oyentes, y  sus supuestos interlocutores, se hubieran sentido ofendidos por ello, ¿verdad? Y por ello cabe deducir que usted supone que el hecho de que se pase hambre en África o en la República Dominicana es un asunto “irrelevante”.  Al contrario de lo que ocurriría si eso pasara en Cuba. El caso es que tiene que hacer esa pregunta a una Sra. que vive en un país que, según el último informe de UNICEF (Agencia de Naciones Unidas para la Infancia), NO SUFRE ESA LACRA. ¿Le sorprende? Posiblemente no, pero le copio literalmente:  “La Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en su balance del año 2009 informó que en Cuba no existen problemas de desnutrición infantil severa. Se convierte así en el único país de América Latina en lograr semejante meta.”  La noticia completa la puede leer en el siguiente despacho de la BBC: http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/01/100126_1823_unicef_cuba_gz.shtml (*)
Léalo, por favor, Sr. Domínguez: se trata de datos contrastados por prestigiosas instituciones internacionales, no hay en ellos trampa, ni cartón, ni intención de engañar a la gente, ni manipulación de la realidad. Ni opiniones interesadas. ¿Y qué debemos pensar después de escuchar su pregunta, ante la que la Sra. Sánchez, como era previsible, se despachó a gusto hablándonos de las penalidades y el hambre que se pasa en Cuba, si después leemos la verdad  en el Informe de UNICEF? Pues es evidente: el objeto de esa entrevista no es dar información veraz sobre Cuba y los cubanos,  se trata de contar sólo cosas malas sobre Cuba A PESAR DE QUE SEAN FALSAS, como creo que le acabo de demostrar. ¿Que cómo se llama eso? Respóndalo usted mismo. Creo que estas cosas se estudian en las Facultades de Ciencias de la Información. En los manuales de la CIA, sobre cómo desinformar y manipular a la gente, creo que también. Si no, que se lo diga Julián Assange.

Permítame, no obstante, que le haga otro comentario sobre la misma entrevista. En realidad podríamos disecarla entera y estudiarla segundo a segundo. Con el debido respeto creo que algún día esa perlita se estudiará en las escuelas de periodismo como ejemplo de lo que no debe hacerse nunca en una entrevista y de lo que debería estar prohibido en un medio que debe velar por el interés general. Invito a la gente que no la haya escuchado a que lo haga en el siguiente link: http://www.rtve.es/alacarta/audios/programa/entrevista-yoani-sanchez-periodista-por-vocacion/1338414/. Creo que es tan burda la manipulación que sería difícil que quede más desacreditada la entrevistada, quién la hace y el mensaje que se intenta transmitir. Se trata de lo siguiente: al hilo de la supuesta “falta de comida” que al parecer existe en el  único país de América sin desnutrición infantil,  su interlocutora, ya muy animada por sus oportunas preguntas (que por casualidad siempre introducen el conocido discurso de ella) nos ilustró también con una diatriba sobre “la ineficiencia del sistema económico cubano” .  También me dio que pensar  este asunto. Y no pude por menos que concluir que el desparpajo que hay que tener para hablarle en esos términos a una audiencia de un país con los problemas económicos que atraviesa el nuestro,  debe ser muy grande. ¿Es que, a diferencia de lo que pasa en Cuba, la de aquí es eficiente? Como sabe, eficiencia es un término que se usa en evaluación para poner en relación los recursos que se invierten con los resultados que se obtienen. Si pensamos que la economía está al servicio de la gente, y no al revés, es eficiente el sistema que satisface sus necesidades básicas. Por ejemplo, que haya suficiente comida para que no haya desnutrición (ni, por lo tanto, hambre) es el resultado de una economía eficiente. Ahora bien, si creemos que la economía debe estar al servicio del consumismo y debe procurar que unos pocos tengan mucho mientras que los demás no tengan casi nada, entonces, sin duda, la economía cubana es ineficiente. Y la de aquí perfecta. Pero yo le pregunto: ¿usted cree que a los oyentes españoles, cuando aquí soportamos la crisis actual, con cinco millones de parados y con más del 25% de la población en situación de pobreza (ver en relación al último informe de Cáritas http://www.rtve.es/alacarta/audios/no-es-un-dia-cualquiera/dia-cualquiera-pobreza-espana/1332450) se les puede hablar de “ineficiencia” de otras economías? Por favor, un poco más de respeto a la inteligencia de los oyentes y al sufrimiento de muchos de sus conciudadanos.

En todo caso, según mi entender,  que en el año 2009 según la OMS y el PNUD (ver (http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh2011/), Cuba haya dedicado el 13,6% del PNB a educación y el 11,8% a salud, mientras que en España, por ejemplo y según las mismas fuentes a esas políticas en ese mismo año dedicamos unos escaso 4,3%  y  9,1% del PNB respectivamente, es todo un ejemplo para nuestro país en especial en las circunstancias actuales en las que, aún, se recortan más esas prestaciones básicas.

Me gustó, no obstante, que le preguntara a Dña. Yoani cuál era su opinión sobre el hecho de  que ella pueda pronunciarse de esa manera y en esos términos sobre la situación de Cuba cuando se trata de un país en que, según ustedes, no hay libertad de expresión. Dijo ella que lo que ocurre es que para “el régimen” es más costoso políticamente reprimir esas opiniones y manifestaciones que consentirlas. Me parece creíble. Pero si eso fuera así, y no dudo de las palabras de la Sra. Sánchez, entonces resulta que en Cuba ¡hay libertad de expresión! Por el motivo que a ustedes les parezca pero, según admiten, la hay. Por ahí la contradicción de ustedes no puede ser mayor. Yo, sin embargo, creo que en Cuba no hay libertad de expresión, al igual que creo no la hay aquí.

Animó usted después a esta Sra. a que dijera que la prueba de fuego entonces, la “línea roja”  que allí no se permite traspasar, es la de las manifestaciones callejeras.  No pude evitar, entonces, que me vinieran a la cabeza las imágenes de días antes, retransmitidas al mundo entero y que “han dado tan mala imagen de España” según el Presidente Rajoy, de la policía en Valencia reprimiendo con ferocidad a ese “enemigo” intolerable que fueron miles de  estudiantes protestando por lo que le decía antes: los recortes en el gasto público en educación. Y no pude por menos de preguntarme: y aquí ¿cuál es la línea roja?  He visto imágenes de manifestaciones en Cuba de personas, las llamadas “damas de blanco”  por ejemplo, protestando contra “el régimen”, pero nunca he visto a la policía cubana aplastar ninguna de ellas con semejante saña.  ¿Se imagina que eso pasara en Cuba? Yo no. Y la población cubana, a diferencia de la de aquí, jamás lo consentiría. Entonces, Sr. Domínguez ¿de qué línea roja nos hablan?  ¿Cuál es la de aquí? ¿Qué sería mejor, impedir que proteste la gente o reprimir las justas protestas con feroz violencia? ¿Dónde le parece a usted que se tolera menos la opinión de la gente en la calle, en España o en Cuba? Dígame usted, por favor.

Termino ya.  ¿Usted cree que en un medio como el suyo, o en cualquier otro, en nuestro país se permitiría a nadie que hablara del “régimen monárquico” que tenemos como la Sra. Sánchez habla del “régimen castrista” de allá? ¿Usted cree que aquí se podría señalar a nuestro “régimen monárquico”  de la manera que ella lo hace del “castrista”, como culpable de  terror, corrupción,  crímenes y todo tipo de desmanes? ¿Cree usted que aquí se podría grabar y difundir por la radio una canción como la que usted nos puso del grupo cubano “Los aldeanos” diciendo las cosas que en ella se dicen del Jefe del Estado de la República de Cuba? En caso de que su respuesta fuera afirmativa ¿cuánto  tiempo cree que le permitirían ejercer su profesión en nuestro país o eludir la justicia?

Se debe exigir a un medio público que diga la verdad y que informe de las cosas sin tergiversar la realidad, sin manipular, ni engañar a los oyentes. Por ello le pido que dé en su espacio alguna de las muy justas explicaciones que acabo de pedirle. Se lo estoy solicitando como oyente y como contribuyente.

Atentamente,

M. Girón



(*) Las noticias que informan sobre cosas buenas de Cuba hay que buscarlas en medios extranjeros. Los medios españoles sólo dan noticias malas sobre aquél país. Aunque sean mentira, eso no importa.

1 comentario:

Elías dijo...

Sencillamente brillante. Como ya te ha sugerido nuestro común amigo Luis carlos, debrías intentar colocarlo en Rebelión o alguna web de gran imapcto. No tiene desperdicio. Como el blog en general, del que desde este momento me declaro seguidor. Gracias Manolo por estas cosas. Un abrazote