Estimado Ocampo:
Por la prensa hemos sabido que en los últimos días del mes de Noviembre viajaste a la capital libia con el objeto de hacerte cargo de Saif al Islam, hijo del asesinado Gadafi, arrestado por las nuevas autoridades de aquél país, para trasladarle a La Haya, ponerle bajo la jurisdicción del TPI y juzgarle en esa capital por las graves acusaciones que sobre él pesan. Por los medios supimos también que las autoridades rechazaron tu petición y decidieron quedarse con el reo y juzgarle en su país. Parece que aceptaste de buen grado y te volviste para Holanda. No me extraña. Me imagino que con la tranquilidad de saber que el hijo del dictador fuera a ser juzgado con todas las garantías que se aseguran en ese vergel de derechos y libertades que es la Libia actual. Tu conciencia, me imagino, complacida con la gestión... y a otra cosa.
Cuentan las otras crónicas, las de los medios que no se difunden como los que dan las versiones oficiales, que cuando fue detenido El Islam pidió a sus captores que acabaran allí mismo con su vida de un tiro en la sien para que no le torturaran, vejaran y denigraran como habían hecho con su padre días antes, antes de asesinarle. No lo hicieron y, entonces, me imagino que eso fue para ti suficiente garantía de que se respetarían sus derechos humanos.
Pero pienso que sobre eso también habrás hablado con las nuevas autoridades islamistas. Aunque las crónicas no lo cuenten y como el TPI del que eres fiscal tiene, entre otros, los cometidos de "juzgar a los autores de genocidio, crímenes contra la humanidad o de guerra cuando la justicia de sus países de origen no quiere o no puede llevar a cabo una investigación o imputarlos" me imagino que te habrás interesado por la tortura, linchamiento y asesinato de Gadafi, un crimen de guerra televisado casi en directo desde los teléfonos móviles de sus verdugos y habrás recibido de las autoridades de aquél país todas las garantías de que investigarán ese crimen y otros muchos que se están cometiendo en este momento en Libia (ver todas las citas recogidas en este mismo blog), se detendrá a los culpables y serán entregados al Tribunal de La Haya como es preceptivo, para ser juzgados por crímenes de guerra. También que habrás aprovechado el viaje para recoger pruebas y datos sobre el terreno sobre los crímenes de guerra cometidos por la OTAN contra la población civil libia, sobre los que ya existe cuantiosa documentación de organismos independientes internacionales (bombardeos de hospitales, depósitos de agua, barrios, zonas residenciales, etc). Con esa información no dudo de que encausaréis en la brevedad posible a todos los que dirigieron y pusieron en marcha la misión de la OTAN, excediendo criminalmente el mandato de la ONU.
Ocampo, coño, que no dicen nada de todo eso los periódicos, pero no dudo que habrás cumplido con tu obligación. Seguro que sí.
Porque si no fuera así... tendríamos que decir que la justicia universal que pregonas y sus tribunales no son más que otro cuento para que los poderosos sometan a los débiles y a los perdedores, reconocer que no hay justicia para los pequeños y sojuzgados y admitir que trabajáis tan sólo para dar cobertura jurídica a la injusticia palmaria que envenena este mundo en que vivimos.
O sea, la misma mierda de siempre, Ocampo, coño......
M. Girón
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