Si algo se ha sacado en claro de la reciente Cumbre de
Las Américas celebrada en Panamá es que ya nada será igual en América Latina y
el Caribe. Sobre todo porque EEUU ha constatado su absoluto aislamiento en la
región, si exceptuamos la compañía de Canadá cuyo gobierno derechista actúa de
tracatán1 del gigante desde hace un tiempo. Se incluye en la lista
de abandonadores, al menos en ciertos temas clave, a algunos de sus
tradicionales aliados (Colombia, México, ahora Honduras), lo que no hace más
que incrementar la sensación de fracaso de las políticas de Washington en la
región. A pesar de ser esta una realidad tan objetiva como evidente para todos,
el grupo de comunicación PRISA, a cuyo afán falsificador de la realidad aludía
recientemente en este blog, persevera, él sí, en la falsedad, el engaño y la
manipulación.
Veamos. En el editorial del diario El País,
buque-insignia del grupo, del día 12 de Abril titulado “Otra América” se alababa la postura
de Obama en la cumbre2 al que
se presenta falsamente como el triunfador de la misma, pues, según dice
textualmente, el presidente norteamericano ha “…mostrado el papel predominante de Estados
Unidos en el hemisferio y además de una manera que, también por vez primera, no
despierta un coro de protestas y advertencias en contra” (sic). Es más perplejidad que
indignación lo que uno siente al leer semejante cuento pues por primera vez, y
entre otras causas gracias al debut de Cuba en estas reuniones, EEUU se ha
quedado solo de toda soledad en el coro de las naciones de ese continente. O a lo
mejor es que yo he visto la cumbre por otro canal. Tengo que revisar mi tv. En
el mío pasaron las intervenciones de los Jefes de Estado y de Gobierno de América
y en ellas, uno tras otro hasta completar 31 de 33 (faltaron, claro, USA y
Canadá, ¿qué querían?), es decir, todos, rechazaron las políticas de EEUU en la
región, muy especialmente las que desarrolla contra Venezuela, denunciando el
injerencismo de la administración Obama y advirtiendo que no tolerarían ninguna
agresión contra la República Bolivariana ni contra ningún otro país
latinoamericano. Por si en PRISA, si es que a lo mejor iban “de ídem”, vieron
otra cumbre, quizás un video de alguna reunión de hace años, les dejo aquí este
link por el que se accede al resumen de algunas de las intervenciones más
destacadas: http://bit.ly/1I697n6. Óigalas, véalas y léalas el
interesado lector de este blog y compare lo dicho allí con lo que afirma “el
periódico global en español” en su editorial de ese día y que, parcialmente,
reproduzco aquí. Una broma, ¿no? Más que eso. Una tomadura de pelo en toda
regla que, no lo dudo, se mostrará pronto en las Facultades de Periodismo, eso
sí, en el primer curso y en los primeros
días del año escolar, como ejemplo burdo de empecinamiento interesado en
tergiversar la historia.
(Para seguir leyendo clickar más abajo)
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¿De verdad que triunfó EEUU y sus reprobables políticas
durante dicha Cumbre? No es bueno, les dije, reírse de la gente. Porque cuando esta
se informa de verdad y descubre la chanza de que ha sido objeto, se vuelve muy
crítica y hasta tiende a enemistarse con quien le ha mentido. Deberían tenerlo
en cuenta. Porque para perseverar en el error y en el colmo del delirio, el
editorialista que no vio el evento añade señalando a Obama y al cambio de sus
políticas sobre América Latina: “Lo ha hecho
de una manera efectiva, muy alejada del intervencionismo tradicional que le ha
costado un rechazo general en amplios sectores de las sociedades de continente”. Cosa que no parece
interpretar la práctica totalidad de los países allí reunidos según habrá
apreciado el inteligente lector de este blog. No acaba ahí la cosa pues, en el
sumun del delirio, el tabloide señala que Obama: “Deja en una incómoda situación a
Gobiernos como los de Venezuela y, en menor medida, Argentina; y obliga a
replantear su papel en la región a Brasil”.
¿Qué decirles? Que si tras leer dicho editorial y repasar
las intervenciones de los países en ese foro, alguien con algo de sensatez en
ese grupo mediático no siente sonrojo y no pide inmediatamente las debidas
disculpas a los lectores, no habrá nada que decir en su descarga.
La realidad es la que es, no sirve esconderla cuando resulta
más que evidente para la mayoría de quienes no se tragan las píldoras ya masticadas
y deglutidas de estos diarios y han tenido la curiosidad de ver, oír, o leer
algo, aunque fuera no más de un minuto, de lo que pasó en Panamá. Convénzase el
farsante editorialista ausente de la Cumbre que cuando “el mal es de cagar no
valen guayabas verdes”3. EEUU juega ahora a cortejar a Cuba, ese sí es
el auténtico cambio en las políticas del “(mal)-vecino del Norte”, que ha
dejado de ser “la bicha” por antonomasia, para centrar el foco actual en
Venezuela, el nuevo objetivo a eliminar. Se trata, tan solo, de una
modificación de la estrategia. Castro lo sabe, por lo que afirmó en la reunión
que “…Sabemos muy bien por lo que está pasando Venezuela pues nosotros lo
padecimos antes” (sic), al referirse al acoso injerencista de Washington que, ¡oh
maravilla!, ven todos menos El País. El cambio tiene su sentido: Venezuela, en
estos momentos, representa un peligro mucho mayor para el imperialismo que
Cuba. Aquéllos tienen petróleo, han adquirido por ello y por otros méritos más
reseñables gran predicamento de la región y, a diferencia de lo que ha ocurrido
en la Isla, los medios y el dinero del gigante norteamericano han logrado
articular alrededor de la oligarquía más sectaria de América Latina una
oposición violenta y extremista que aglutina a una gran cantidad de
compatriotas. Cambio de “bicha” pero no de estrategia ni de objetivos. Con La
Habana cambia más el discurso que los métodos, como se deduce del hecho de que
el nuevo lenguaje, incluida la explícita promesa lanzada en Panamá de que
Washington renuncia a su objetivo histórico de cambiar el sistema político
cubano, no se acompañe de la retirada de fondos y apoyos a la caterva de mercenarios,
algunos de ellos criminales abyectos, que intenta subvertir el orden en la Isla
incluso promoviendo y ejecutando acciones violentas. Con Caracas no cambia ni
una cosa ni otra.
Cuba respalda sin fatiga a Venezuela por más que Raúl en
su discurso se excediera notablemente en las alabanzas que le regaló el
presidente de los EEUU. Guataquería4 hueca y, a mi modo de ver,
innecesaria. Tienen que cambiar más cosas en la actitud de los norteamericanos con
Cuba, Venezuela y el resto del continente para que se pueda decir que Obama “es
un presidente honesto” aludiendo, para enfatizarlo, al hecho de que su origen
sea humilde. Las políticas que, en general, ha practicado este presidente con
el resto del mundo han sido igual de nefastas e imperialistas que las de sus predecesores.
No sólo de Venezuela, habrá que hablar también de la usurpada base de Guantánamo,
de los intentos de golpe en Ecuador o Bolivia, de lo que pasa en Ukrania, en
Palestina o en Libia, solo por poner algunos ejemplos. El origen humilde no es un
atenuante sino más bien todo lo contrario a la hora de juzgar el comportamiento
de quien despliega esas políticas. Su actitud absolutamente contraria al
respeto a los demás y a las normas más elementales de la diplomacia y la
convivencia, de ausentarse de la sala de plenarios para no escuchar lo que le
iban a decir el presidente de Venezuela y la presidenta de Argentina, no hace
más que mandarnos otras señales sobre la auténtica naturaleza del personaje.
Erró Raúl, sin duda, en la guataquería excesiva e inmerecida. Nada gana con
ella y al comportarse así, escribió-borró-escribió y finalmente habló, por un
momento estuvimos a punto de olvidar eso que él mismo manifestó después: la
presencia de Cuba en el foro no se la regaló Obama, sino el esfuerzo y la lucha
de Fidel, del heroico pueblo cubano y de toda Latinoamérica que, justo el año
antes, ya habían advertido a EEUU que a esta cumbre no asistiría ninguno si no participaba,
en pleno derecho, Cuba. Dígame ahora el director de El País, su jefe de “opinión”
o el Banco de Santander, su principal accionista,
quién está solo y aislado en América.
España queda y quedará relegada de esta realidad
latinoamericana indefectiblemente. ¡Tantos años de “iberoamericanismo” inútil para
esto! Habrá que darle las gracias por ello al gobierno del Partido Popular y en
especial al nefasto ministro García Margallo, el peor que en los asuntos exteriores
ha sufrido “la madre patria”5 desde la mal llamada transición. Sirvan
como perlas de tan estúpida política española el apoyo al bloqueo criminal
aplicado a la Isla desde 1960 por EEUU, en el formato que se le dio en Europa con
el eufemístico nombre de “la posición común”, patrocinado por el no menos
nefasto Aznar o el desprecio con que el gobierno actual ha tratado a los pueblos
de Nuestra América en estos últimos años: amenazas, intento persistente de
injerencia en apoyo a la violencia desarrollada por cierta oposición venezolana,
mentiras, descalificaciones contra Venezuela y Cuba usando falsamente los mismos
argumentos de derechos humanos que España nunca se aplica a sí misma o a sus
amigos, pasando por el intento de humillación al presidente Morales por parte
del embajador español en Austria. Son
ejemplos de las actuaciones que nos han colocado en la cola de los países con
influencia e intereses en América. “Trabajando p’al inglés”6, nunca mejor dicho, España se ha quedado
fuera en el momento más interesante y prometedor de la historia reciente de ese
continente, arrastrando en su irrelevancia al resto de Europa. Otro motivo por
el que los europeos deben estar satisfechos con el PP y con sus dirigentes. Y de
poco vale que el tan citado y mendaz diario advierta a España que no puede
quedarse fuera. Ya es, sin duda, demasiado tarde.
Como tampoco vale el juego burdo de apoyar con imágenes
escogidas los mensajes tendenciosos ni las mentiras escritas. Se trata, sin más,
de otra forma de manipular. La fotografía 1 que figura más arriba fue publicada
en la portada de El País el mismo día 12 de Abril del que estamos hablando. La fotografía
2 fue publicada en la portada de otros muchos diarios en la misma fecha. Como
entenderá el lector avezado ambas recogen el mismo momento aunque es posible que
las separe unas décimas de segundo. En la primera el presidente cubano inclina
su cabeza en señal de respeto, un gesto protocolario sin duda ausente de alguna
significación concreta. En la segunda ambos mantienen la mirada en posición de
igualdad. Que el periódico español haya escogido la primera para su portada,
sin embargo, es significativo: intenta mandar el mismo mensaje falso que el
editorial, que no es otro que: “EEUU ganó y Cuba agachó la cabeza”.
Algo tan falso y alejado de la verdad como la política informativa de este diario en
relación a América Latina. “Miente que algo queda”, sin duda se dijeron, porque
siempre habrá desprevenidos a los que seguir engañando.
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1 Cubanismo.
Pelota, jala-levas, alguacilillo.
2 N.
del A. ¿Qué postura, exactamente? Si es a la que mantuvo durante el discurso de
Raúl nada que alabar sino más bien que “elevar”, pues no quitó la mirada ni un
instante del pupitre.
3 Cubanismo.
Cuando algo es inevitable no hay remedio eficaz para impedirlo.
4 Cubanismo.
Dícese del exceso de alabanzas con intención de agradar a quien las escucha ganando
su preferencia. También “guataconería”. Acción del guatacón. Peloteo.
5 N.
del A. Madrastrona, más bien.
6 Cubanismo. Hacer el trabajo
sucio para otro.
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