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| Periódico La Victoria |
Durante todo el
día 10 de Abril, en los informativos de la Cadena SER (al menos en el de las 12
de la mañana, en el de las 14 h y en el de las 20 h), se dio repetidamente
una información relativa a la Cumbre de las Américas en Panamá que se resume en
un mensaje tan nítido como falso: “Venezuela no consigue el consenso de los demás países latinoaméricanos” en su
intención de incluir la condena a la política de EEUU sobre ese país (sanciones,
decreto imperial, amenazas de intervención) en la declaración final de la
cumbre. Por ese motivo,” los radicales bolivarianos” están frustrando la
posibilidad de que se emita una declaración final suscrita por todos los
asistentes. En un alarde de cinismo máximo, el corresponsal desplazado por la
cadena a aquél país, Panadero, llega a
decir, textualmente, que “Maduro no logra el consenso de los demás países
contra Washington”.
El intento de manipulación, tan frecuente por otra parte en
las informaciones que sobre los gobiernos progresistas de Nuestra América
emiten los medios del grupo PRISA, en este caso resulta tan zafio como eficaz lo
fuera si el desprevenido oyente no conociera la realidad de lo que pasa y cómo
se suscriben estas declaraciones. Los citados documentos se aprueban por
unanimidad, es decir, que si alguno de los países presentes no está de acuerdo
en algo que allí se recoge, el texto, finalmente, no se emite. Venezuela ha intentado
incluir en el mismo la condena a la agresiva e injerencista política de USA
contra aquél país. Indudablemente, los norteamericanos no iban a apoyar una
declaración en la que se les condenaba. Eso lo sabía Venezuela, EEUU y hasta el
sursuncorda. Seriedad, señores de la
SER. Porque lo que no le quieren contar a sus oyentes es que la práctica
totalidad de los países presentes (solo descontamos a Canadá, único aliado en
el continente de las políticas imperialistas de EEUU) estaba dispuesto a firmar
la declaración. Incluidos los tradicionales aliados de la gran potencia en la
región, como Colombia. Todos ellos, de forma particular o en foros colectivos
reunidos previamente (UNASUR, ALBA, CELAC) habían decretado la soledad absoluta
del imperio en su lucha contra el país de Chávez. Así que, Panadero y
directivos de la SER, respondan: ¿quién no logra el consenso? Indudablemente
Obama y sus imperiales políticas.
Se pretende transmitir por tanto que Venezuela está aislada
cuando en realidad quien lo está es el
gobierno de los EEUU. Manipular la información para crear una opinión pública
equivocada ocultando la verdad sobre lo que se dice es, ante todo, un insulto a
la inteligencia de los oyentes. Es interpretar que los oyentes son tontos y no tienen criterio ni
conocimiento sobre lo que se les cuenta. Cuando esto ocurre, los ciudadanos conscientes
que no se conforman con cualquier cuento, dejan de seguir a los medios
falsificadores y buscan informaciones alternativas. Los farsantes se quedan
solo para intoxicar a los necios y el periodismo se convierte en una actividad
de ínfima calidad cada vez más irrelevante y con menos capacidad de influir.
Decía Amartya Sen que democracia no es sólo votar cada cuatro
años para que, después, quienes resultaron elegidos hagan todo lo contrario de
lo que prometieron a los electores. La democracia precisa también que los
gobernantes tengan sensibilidad hacia los problemas de la gente, en especial de
la más humilde, y la existencia de unos medios de comunicación que digan la
verdad y no manipulen en su interés. La regeneración democrática es urgente en
España y no sólo por el fracaso de los partidos políticos tradicionales,
entregados a la corrupción más descarada en su desenfrenado intento de servir a
sus propios intereses y a los de quienes les sostienen y nunca al bien común, sino
también porque no existen unos medios de comunicación masivos independientes
que quieran contar la verdad. El grupo PRISA no quiere hacerlo y prefiere engañar
a la gente, en especial en todo lo que tiene que ver con los justos procesos
transformadores que vive Latinoamérica.
Como saben, no se puede mentir a todos todo el tiempo. El
director del periódico El País dijo hace meses que su diario haría todo lo que estuviera
en su mano para contribuir a que la democracia volviera a Venezuela. Cuando se
habla en esos términos de un país democrático se está queriendo decir que se
falsificará la realidad hasta que la gente esté dispuesta a denostar a los
gobernantes legítimos y apoyar a quienes solo buscan su ruina y su desgracia. O
sea, como siempre. El director de El País como el resto de gestores de los
medios de ese grupo son coherentes con esa promesa de manipulación. El burdo
intento que se comenta aquí de pretender que la gente crea que está aislado el país
que en este momento recibe más apoyos y solidaridad
de los demás países de la región, dejando realmente aislado al acosador, es una
muestra de ello. No considerar que hasta el propio Obama ha reconocido su crítica
soledad en el continente, a la hora de justificar sus cambios de estrategia
hacia Cuba, no hace más que dejar en evidencia a medios como los aludidos que
quieren en esto ser más papistas que el propio papa haciendo un esfuerzo de impostura
que nadie les ha pedido. Ni sus mentores.
Resulta hilarante también ver cómo en las últimas semanas
esta cadena radial y sus medios hermanos especulan con el hecho de que Cuba vaya
a dejar abandonada a Venezuela en esta lucha, por sus propios intereses de no
defraudar al gigante del Norte en este momento crucial de sus negociaciones.
Pretenderlo es no entender nada del espíritu que ha hecho que una nación
pequeña haya resistido el embate de la más poderosa por más de diez lustros sin
arrugarse. El discurso de Raúl en dicha cumbre desmiente el absurdo argumento
de la SER. Pero es igual, la falsificación es lo que tiene, nos lo seguirán
diciendo. Viene en el manual del perfecto manipulador que nos regaló Chomsky. Se
trata de algo así como “no dejes que la realidad te arruine un buen titular”.
Ya lo practicó hasta la saciedad otro gran falsificador e histrión de la prensa
española. Pero el pedrogetismo anda
en declive. Y como le ha ido al fundador de esa corriente le irá a estos.
Sino, al tiempo.
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